Procesual configura su producción como una práctica inestable e imprecisa. Por un lado buscamos trabajar con un lenguaje que, utilizando los procesos diversos que se desarrollan en los entramados artísticos, destaque espacios socio-culturales contradictorios y litúrgicos en estado de transformación y disgregación.
Por un lado abordamos una serie de proyectos de Intervención, en los cuales las obras devienen como confluencia de múltiples procesos, y cuyos resultados pueden ser cambiantes.
Por otra parte, desarrollamos una línea de trabajo en una dirección de cierta forma opuesta, que surgió desde el 2014, (Click aquí para ver estas obras) ; en las cuales pretendemos establecer breves vínculos subjetivos, entre nuestros intereses como artistas y los diversos entramados de apropiación de estas obras por parte de los públicos. En este sentido no ha sido de interés mostrar una dirección narrativa que proponga relatos específicos, sino todo lo contrario, abordar una diversidad de temas, generos y medios, que permitan explorar diferentes perspectivas, desarrollando varios ejes que entendemos como fundamentales.
En nuestro trabajo se hace recurrente el remitirnos a las relaciones que intervienen en el proceso estético, y los temas se desplazan desde un análisis del patrimonio cultural como residuo de expresiones hegemónicas sustentadas por trayectorias políticas excluyentes, hasta involucrar elementos que pertenecen a otros sistemas y prácticas culturales extra-artísticas que promueven formas de actividad estética, y como consecuencia generan ciertos resíduos, objetos o productos poco definidos.
OCTUBRE 2014
P- ANTES DE REALIZAR LA ENTREVISTA, ME COMENTABAN QUE EL PROYECTO HABíA NACIDO EN LA HABANA Y LUEGO TRANSITADO POR ALGUNAS CIUDADES EUROPEAS, ATRIBUYéNDOLO DE ESTA FORMA A UN TRAYECTO DIFUSO VINCULADO AL CONTINUO DESPLAZAMIENTO GEOGRáFICO Y LO QUE ESTO SUPONE. PODRíAMOS AHONDAR EN ESTE TEMA?
R- Cuando cruzas fronteras constantemente te quedas en un espacio de transito donde por tención, más que por conciliación, comienzas a generar una serie de obras que no te permiten hablar de otra cosa que no sea ese espacio transitorio, y como comentabas, muy poco definido. No obstante estos recorridos ligados a una migración más o menos errante, se vuelven productivos cuando se pretende desarrollar una práctica artística que supone explorar los vínculos o las rupturas generadas en las interacciones del arte con lo social, sobre todo si vas constantemente de un lugar a otro como en nuestro caso, que nos hemos mantenido viajando por varias ciudades e interactuando con diferentes prácticas, niveles y entramados sociales de manera temporal.
En este sentido no podríamos hablar de relaciones definidas que nutren la experiencia estítica, y que desde nuestro punto de vista se podrían vincular con determinados estereotipos, en todo caso hablamos de transitoriedad y desplazamientos, por lo tanto sucede todo lo contrario, estas relaciones se convierten en intercambios indefinidos e inestables.
Nosotros no hemos sido ingenuos al respecto, las migraciones son un proceso complejo subrayado por las diferencias que nutren las relaciones interculturales que a su vez tienen una dependencia muy fuerte con procesos políticos y económicos de los lugares de acogida. Es así que Procesual alberga obras muy diferentes que en algunos casos trata de repensar lo intercultural sin ser indiferentes a los motivos de las desigualdades en un mundo interconectado y global. Donde además, esto es mucho más complejo si pensamos que el relativismo cultural que tanto promovió el posmodernismo resultó ser un fracaso, lo podemos sentir en nuestro entorno, en los medios, incluso llega a ser parte de programas de partidos polóticos que promueven el rechazo por lo ajeno. Como señala Garcia Canclini es un panorama muy controvertido, por una parte se implantaron políticas que estimulaban la diversidad y por otra se desarrollaron mecanismos transnacionales de concentración monopólica de la propiedad y de control de los medios de producción material y simbólica... SEGUIR LEYENDO...